martes, 3 de junio de 2014

El 99,9% de la población está a favor de la crianza con apego


Si te pregunto si estás de acuerdo con esta afirmación: “trata a los demás como te gustaría a tí que te tratasen”, seguro que respondes que sí. Y seguro que convienes conmigo que este concepto es una de la bases de la educación y un valor importante para la convivencia entre personas. Podríamos decir incluso que se trata de un axioma, una afirmación incuestionable para cualquiera que quiera educar a sus hijos en el respeto a los demás.

Por ello, estoy segura de que también dirás que sí a las siguientes afirmaciones:
  • Si estás triste y lloras ¿quieres ser consolado?
  • Si estás enfadado ¿quieres comprensión y besos?
  • Si existe un alimento recomendado por la máxima autoridad sanitaria del mundo, que aporta todos los nutrientes que necesitas y, además, te aporta satisfacción emocional, ¿lo querrías para ti?
  • Si algo te atemoriza por la noche ¿te gustaría abrazar a la persona que más quieres?
  • Si tuvieras carencias en tus capacidades de comunicación ¿querrías estar permanentemente atendido?
  • Si te sientes indefenso ¿querrías estar protegido en los brazos de alguien a quien quieres?
  • Si tienes hambre ¿querrías comer, independientemente de si toca o no?
Ergo… estás a favor de la crianza con apego. ¡Lo sabía! 

Porque si todo esto lo quieres para ti, también lo quieres para tus hijos y ésto son los principios básicos de la crianza con apego
¡Demostrado! mi teoría es infalible como el Papa… ahora solo queda que sea inviolable, como el Rey (Felipe VI, claro)

6 comentarios:

  1. A ver... a veces los defensores acérrimos de la Crianza con Apego caen en cierta demagogia (no digo que yo rechace todo lo que defienden, ojo; pero sí cómo lo hacen a veces).
    -- Si estás triste y lloras ¿quieres ser consolado? Por supuesto, pero un bebé no llora únicamente porque está triste, sino para comunicarse, para expresar frustraciones, una demanda... y esa demanda a veces no se puede satisfacer, ni tampoco consolar el llanto (porque la madre puede tener que hacer otras cosas: papilla, su propia comida...). Dejar llorar porque sí a un bebé que no entiende por qué no le hacen caso lo veo cruel y contraproducente, claro, pero nuestro llanto no es igual que el suyo. El bebé debe aprender que a veces conseguirá lo que quiere y otras no, y debe aprender a superar las frustraciones (con la ayuda de sus padres, claro).
    -- Si estás enfadado ¿quieres comprensión y besos? Pues a veces no, a veces me irritan hasta que se me pasa el enfado...
    -- Si existe un alimento recomendado por la máxima autoridad sanitaria del mundo, que aporta todos los nutrientes que necesitas y, además, te aporta satisfacción emocional, ¿lo querrías para ti? Pues claro, pero si quien me podría ofrecer ese alimento no puede hacerlo por A o por B y me tiene que dar un sucedáneo que está bastante a la altura, y además me da cariño y amor, tampoco es el fin del mundo.
    -- Si algo te atemoriza por la noche ¿te gustaría abrazar a la persona que más quieres? Por supuesto, aquí yo creo que no hay vuelta de hoja, ¿quién no abraza a su hijo cuando tiene una pesadilla, por ejemplo? Otra cosa es que un bebé llore por la noche porque no sabe dormir si no es en brazos de sus padres... igual es bueno que aprenda a dormir en su cama (con ayuda). Y ojo, ni comparto los métodos del Sr. Estivill ni me cae simpático siquiera.
    -- Si tuvieras carencias en tus capacidades de comunicación ¿querrías estar permanentemente atendido? Sí, pero hay muchas formas de atender, no siempre se puede tener al bebé en brazos.
    -- Si te sientes indefenso ¿querrías estar protegido en los brazos de alguien a quien quieres? Sí, pero también necesitaré ir sintiéndome fuerte sin necesidad de estar en brazos, poco a poco. No hablo de bebés muy pequeños, sino ya de cuando van creciendo.
    -- Si tienes hambre ¿querrías comer, independientemente de si toca o no? Pues sí, pero no siempre es conveniente, porque si no caería en un desorden alimenticio o engordaría como un tonel.
    Que yo soy la primera que duermo con mi hija y no soporto oírla llorar. Pero no seamos demagógicos...

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  2. Ufff... podría re-argumentarte cada uno de los peros que me pones, pero me da pereza, la verdad... hay muchos blogs por ahí que dan claves muy inteligentes y argumentadas de lo que intentaba explicar... no voy a entar en debates, cada uno en su casa hace lo quiere. Yo en la mía lo hago y en mi blog cuento lo que quiero... por supuesto tú estás en tu derecho también de comentar lo que te plazca, así que... aquí paz y después gloría. Besos

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  3. Ya estaba convencida pero me has acabado de rematar, jeje! Viva la crianza con apego y el sentido común!
    Es la primera vez que estoy por aquí y ya me quedo a leerte. Un abrazo!

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  4. He tenido mi primera hija hace dos meses y ya estoy harta de escuchar "no la tengas mucho en brazos que se acostumbran"
    Esa frase viene de muchas partes, de familia, de amigos, de vecinos....
    Pues sí, quiero que se acostumbre, a sentirse querida, confiada, segura, atendida por su madre.
    Y no pienso escuchar nada más que sus necesidades y lo que me dice mi instinto.
    Llevo dos meses haciéndolo y creo que así somos más felices las dos, que es lo que importa.

    Y al que no le guste que no mire, y si no saben diferenciar necesidad de capricho o dar amor con no educar, que lo busquen en un diccionario.

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  5. Llevas toda la razón. La crianza con apego es lo mejor, lo mejor para los dos, sin embargo aún sigo escuchando una y otra vez esa triste canción desafinada; déjalo en la cuna que se acostumbrará a los brazos. Gracias.

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  6. Es la mejor opción y el ser humano suele querer hacerlo pero es la gente o consejos incorrectos los que le confunden o desvían del tema.

    Te sigo y te invito a mi blog :)

    Besos

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