Será porque me acerco a los 40 -y como he oído decir a mis amigas Ileana Medina y Mama sin complejos - las mujeres estamos más seguras y esplendorosas que nunca, pero me siendo en paz conmigo misma, con la forma en la que vivo y como crio a mis niños.
Parece que en los
últimos días se ha reavivado la polémica sobre la crianza con apego y su
relación con el machismo, se comenta que es una moda y que “el capital”
arrastras a las madres a dejar de trabajar para convertirnos en madres
cocinitas que hacemos cupcakes y porteamos a nuestros hijos.
Yo me pregunto si
una simple moda puede llevar a las familias a decidir la forma de criar a sus
hijos, que en mi opinión, como en la política,
es algo que se decide con las entrañas. Uno no es de derechas o de izquierdas
según una moda, uno tiene convicciones adquiridas con la cuna, la educación y
la experiencia personal que te hacen sentir cuál es tu ideología… la elección del
partido ya es otra cosa, pero tu esencia ideológica no se cambia con las modas.
Esto mismo pienso
sobre la crianza y la educación de tus hijos. Tu idiosincrasia, tu
personalidad, tu temperamento, tu manera de vivir la vida, e incluso tus miedos
e inseguridades, marcan la forma en la que criarás a tus hijos, casi podría
decir que no es una elección personal, sino que está predeterminada por tu
bagaje personal. (Por cierto, me doy cuenta de que es un pensamiento muy Gutman,
la verdad).
Yo nunca seré una
madre perfecta, entendiendo como perfecta, esa madre que planifica los menús de
sus hijos, con dietas equilibradas altas en verduras y frutas, con horarios
establecidos, horas de sueño programadas y rutinas rigurosas. Mi familia y yo
somos más del caos, de la improvisación, porque así vivimos y así somos y,
aunque es algo de lo que no me siento especialmente orgullosa, me siento en paz,
asumo que así es mi vida y así soy yo… y ¿sabéis lo mejor? Soy feliz, sin
remordimientos.
Frente al párrafo
anterior que venga quien sea a decirme que mi forma de crianza, que entiendo que
se adscribe a la crianza con apego, es machista o es una moda. Lo siento, pero
en un alarde de soberbia, afirmo que me da exactamente igual, que esta soy yo y
esta es mi manera de vivir.
Y no sé con qué
madres se relacionan las personas que piensan que el apego es una moda machista
pero, desde luego, las mejores madres que conozco, las mujeres más poderosas,
fuertes y divinas que conozco practican el apego (algunas, incluso, sin saber
el nombre de la crianza que practican) y no son precisamente mujeres sumisas y
abnegadas.
Desde que leí
este artículo, que me ha hecho reflexionar y sacar este blog de su estado
catatónico - lo que agradezco al autor– me viene a la mente esas madres
empoderadas gritando su poderío a la cara de cualquier que venga a decirles que
somos machistas.
Como se dice
entre “machos”, esto a la cara no me lo dices… con todo mi cariño, ¿eh?
Me ha encantado tu post! Y me siento muuuy identificada con todo lo que dices. Nadie tiene derecho a decirnos lo que somos o lo que no. Comparto! ;-)
ResponderEliminarBuen post. Me ha gustado. Opino lo mismo que tú... Y no veo validez a lo machista. Lo Q hace falta es que se reconozca nuestra labor de madre y que se piedra practicar sin sufrir económicamente. Un abrazo
ResponderEliminarMe ha encantado a mí también. No puedo estar más de acuerdo en cada palabra y tal y como dices, que vengan a mí a decirme que soy machista!! JA!!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Conoceis el libro "¿Dónde está mi tribu?"
ResponderEliminarYo más bien lo que creo es que el mundo sigue siendo machista. Las mujeres necesitaríamos más ayuda para conciliar crianza y trabajo.
No sé si soy machista ppr decir eso.
Firma una.madre que colecha y portea a diario.