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domingo, 20 de noviembre de 2011

De zanahorias, dibus y vestidos



Las conversaciones con mi niño cada día son más sorprendentes por su alto, altísimo, nivel de elocuencia, leed:
 
- Hijo, las zanahorias son muy buenas para la vista y los niños que comen muchas zanahorias ven muy bien los Mickeys, los pitufos filósofos y todas las cosas que les gustan - le explico a mi niño con el discurso más pedagógico, a la par que didáctico, del que soy capaz.
 
- Entonces – continúa mi niño- las mamás que comen muchas zanahorias ven muchos vestidos y pantalones ¿verdad mamá?

- Verdad hijo, verdad – musito mientras pienso, como me ha calao el jodio.

domingo, 16 de octubre de 2011

Celoso como un gato


Mi niño se debate entre el deseo y el miedo, entre el amor y los celos, entre el clásico bien y mal... vaya un caso típico de yin-yang.

Desea fervientemente tener un hermanito, compartir, enseñar, amar, pero un día, en una conversación sobre su hermanito, se queda callado, meditabundo y me dice:
- Mamá, cuando nazca el hermanito, yo me voy a poner como el gatito de Pinocho.
- Y eso ¿cómo es?
- Así – y hace el gesto de un gato enseñando las garras.
- Para despejar mi duda (y mi asombro) y poder comprobar que estamos hablando de lo mismo le pregunto: ¿celoso?
- Sí – me responde él- celoso como un gato.

Nota: he estado guardando esta anécdota hasta poder hacer público mi embarazo, así que: Sí, estamos esperando a nuestro hermanito desde hace ya 15 semanas.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Frutos secos (y otros alimentos) que miden tu felicidad


¡Me los estoy pasando pipa! ¿Quién no ha dicho esto alguna vez? Pues mi niño es tan feliz que necesita expresiones superlativas para poder verbalizar lo bien que se lo pasa. Así usamos las siguientes, clasificadas por orden ascendente por su nivel de diversión:

  • Me lo paso almendra, mucho mejor que pipa, ¿dónde va a parar?
  • Me lo paso salchicha, que es la comida favorita de mi niño.
  • Me lo paso kétchup, la salsa más exquisita para condimentar cualquier plato y sinónimo de un nivel de felicidad desbordante
  • Me lo paso chuche… esto ¡ya es la leche! Lo más súper divertido del mundo, ¿qué digo? Del planeta…

Reconozco que esta broma familiar la inicie yo, pero mi hijo la remató el otro día añadiendo la máxima categoría con la gran delicatesen de las chuches.

martes, 13 de septiembre de 2011

El camino hacia el cole


El camino hacia el cole me estaba pareciendo más inquietante que el último paseo de un reo en el corredor de la muerte. Me temblaban las canillas a mí más que a mi niño. Los dos disimulábamos nuestro nerviosismo cual novios en su segunda cita - que es más seria que la primera y mucho más estresante: ¡cualquiera es tan ingenioso así en frío! sin el ánimo que da la adrenalina del deseo (y una copilla en la mano, claro). 

A mitad de camino mi niño se cansó de aquella farsa y me espetó alterado: - Mamá tú me habías dicho que yo iba a estar tranquilo, y yo no estoy tranquilo. Frente a ese perfecto análisis de sus emociones y esa capacidad crítica acerca de las afirmaciones gratuitas de su progenitora, que soy yo, sólo me quedó darle la razón y explicarle que me había equivocado y que lo normal es estar algo nervioso frente a una situación nueva, impredecible y desconocida.

Para compensar, a la salida del cole, sereno pero aún con cara de susto, mi niño me anuncia: -Mamá, te voy a decir una cosa: te quiero mucho.


Sí, es maravilloso, eso pensé yo.

lunes, 14 de marzo de 2011

Las cosas de mi niño (Vol. 5)

¡Atención! Señores fabricantes de bolitas-de-algodón-desmaquillante-sin-nombre-definido, mi niño, que es un genio, ha creado un nombre perfecto para su producto de denominación poco contundente - nombre con el que, por cierto, sus equipos de marketing no han sabido dar, tras años de existencia del mencionado bien de consumo (nota mental para directores muy exigentes: revisar salario de mi equipo de marketing).

Pues sí, es un nombre simpático, sencillo y sonoro. Define el producto a la perfección y es muy colorido, como el producto en sí mismo.

El proceso creativo de mi niño se produjo de la manera más natural, tras un hecho cotidiano como poner unas bolitas-de-algodón-desmaquillante-sin-nombre-definido en un tarro trasparente en el cuarto de baño. Y, así, sin más, me pregunta mi niño:

- Mamá, ¿eso que son? ¿PELUSIS?
- Mmmmm, no hijo - pero podrían serlo - pensé para mis adentros

Nota: no he podido encontrar una foto de PELUSIS de colores, como las que tengo en casa.

jueves, 3 de marzo de 2011

Las cosas de mi niño (Vol. 4)


Empiezo a asumir que probablemente perderé el brazo desde el codo. Bien pensado tampoco es una tragedia, tengo la otra extremidad intacta. Este es el precio que hay que pagar por muchos, y cuando digo muchos son muchos, minutos meciendo a un niño... En esa reflexión estaba cuando mi niño abre los ojos, muy abiertos, casi entre sueños y lanza una pregunta al aire:


- ¿Y los pelos de papá dónde están?

- Pues, pues, hijo... se le han caído

- Sí, pero ¿dónde están?

- Pues... en el suelo

- Pero yo no los veo, ¿dónde están?

- Tirando de imaginación respondo - en el país de los pelitos perdidos...

- No, mamá – afirma mi niño rotundo – se los ha comido papá.

Mi niño tiene una “malajeeee”... que se diría en mi tierra

martes, 21 de diciembre de 2010

Las cosas de mi niño Vol. 3



Mi hijo ya empieza a pedir autonomía para casi todo: “Yo solo, yo solo” es su grito de guerra. Hace pocos días le expliqué como desvestirse y vestirse solo y lo hizo bastante bien (esto es una madre orgullosa).

Esta es una conversación real con mi niño:

- Vamos a cambiarnos para ir al cole.
- Mami, yo solo, yo solo...
- ¡¡¡Ah!!! claro, que tú ya sabes vestirte solo.
- Claro, soy un hombre.

martes, 14 de diciembre de 2010

Las cosas de mi niño Vol. 2



Ya sólo le doy teta a mi niño por la noche e intuyo que ya no queda mucha leche. De hecho, si alguna tarde le doy un poquitín, cuando se va a dormir ya no sale casi nada.

Esta es una conversación real con mi niño:

- Hijo, ¿sale leche?
- No sale, no sale, mamá... sólo hay carne

viernes, 29 de octubre de 2010

Las cosas de mi niño Vol. 1


- Mamá, ¿tu leche tiene chocolate?
- No hijo
- ¿Por qué? -
su primer por qué
- Pues... porque, porque – sobrecogida por la emoción de vivir su primer por qué - porque sale sin chocolate
- Pues... parece