Mi niño está dejando de ser un bebé, para ser un chico. Está dejando de relacionarse con los demás de manera “primitiva” para adentrarse en el sutil, y no siempre grato, mundo de la aceptación social.
En la clásica pirámide de Maslow, habría superado las necesidades más básicas: la fisiológica y la de seguridad (en esta última espero haber contribuido en algo), para estar inmerso en la afiliación y empezando a “sufrir” la del reconocimiento.
Pero, dejando a un lado esta clase de psicología barata, pasemos a los hechos: tengo ganas de estrangular a un tal Antonio - nombre figurado para evitar susceptibilidades. Ese maldito niño del demonio martiriza a mi hijo diciéndole que es malo y que es tonto porque se sale al colorear.
Mis más bajos instintos se remueven y, si no fuera políticamente incorrecto (y me temo que ilegal), me hubiese lanzado a darle un accidental golpe al tal Antonio cuando mi niño, entre lágrimas, me decía: - ¡¡¡¡Mamá yo no soy malo y Antonio dice que yo soy maaaaaalo!!!!
Quizás como todas las madres, pienso que mi hijo es especialmente sensible, lo veo tan tierno, tan ingenuo, que sólo pienso en evitarle cualquier cosa que le haga daño. En ese sentido, hasta ahora, mi único temor era que se sintiera desprotegido en el cole o que pudieran pegarle… pero ahora me doy cuenta de que una patada o un empujón entre compañeros son casi más sanos que algunas palabras.
También sé que mi niño no es un santo y que sabe defenderse, y no te digo yo que no le hayan caído una o dos patadas en la espinilla al tal Antonio (¡Ole mi niño!) – nota mental: avisar a mi psiquiatra de estos brotes agresivos- pero aún así, me duele en lo más profundo que alguien pueda hacerle daño - ese daño fino, agudo, como una agujita, que duele en el alma… - ese daño que a él le dolía tanto la otra noche, cuando me contaba que su compañero le había llamado malo.
Sé que esto no es nada, sé que me queda mucho por sufrir (y también por disfrutar con mi niño… y con el que viene), pero existen grandes verdades en el universo que, por repetidas, no han perdido su valor: como un hijo no duele nada y cuando seas madre, lo comprenderás.
Cuántas veces he escuchado esta frase de labios de mi madre... y cuánta razón tenía! es cierto que, a veces, una se vuelve loca solo de pensar en lo que le queda por sufrir y por otro lado, por disfrutar. Marido a veces me dice que le gustaría que nuestra pequeña fuera siempre feliz. Aunque supongo que los momentos difíciles nos enseñan tanto como los felices, no? La que no se consuela, es porque no quiere, jeje.
ResponderEliminarLlevo poco por aquí, te invito a que me leas ;P
Cuánta razón tienes!! en la guarde por cómo serán las educadoras, en el cole se le añaden los compañeros,... y así va esto, "in crescendo"...yo de momento "sufro" por las educadoras.
ResponderEliminarHOy mi niña se negaba a comer y cuando he tratado de negociar con ella me ha gritado: No! mala, mala, mala
En mi vida he llamado eso a mi niña, entre otras cosas, porque no es mala... pero eso me hace pensar que alguien de la escuela infantil se haya tomado la libertad de hacerlo y no me gusta nada.
Un abrazo
CLC
PD: me alegro de que todo vaya bien ahí dentro ;))
Me encanta tu publicación, muy cierta, te invito a seguir mi blog que recién he abierto hoy :D, felicidades creciendocondiana@blogspot.com
ResponderEliminarme pasa lo mismo!!
ResponderEliminarLa frase la escuché muchas veces, aún ayer, una profesora curiosamente que no es madre, se lo decía a otra que tampoco lo es y yo he pensado...pues si, hay cosas que desde que se es madre se ven diferente...
ResponderEliminarEs ley de vida, comprendemos mucho mas cuando nos vemos dentro de la situacion.
ResponderEliminarUn supersaludo
Que razón que tienen nuestras madres!!! jajaja y además eso mismo se lo repetiremos a nuestros hij@s!! como cambia la vida, ehh?
ResponderEliminarMe gusta tu blog, por aquí me quedo! te invito a visitar el blog de *La Petiua Tina* ( www.lapetiuatina.blogspot.com.es ) estoy empezando en el mundo 2.0! pero tengo mucho que dar! jeje
Por aquí me quedo! :-)
Hola. Eh caido en este blog por mera casualidad al buscar, para una tarea de administracion, esa piramide que pusiste hasta arriba.
ResponderEliminarPero despues de leer la entrada completa puedo decir que concuerdo contigo, a pesar de que soy hombre, adolescente apenas, y jamas sere madre con el sentido propio de la palabra.
Pero concuerdo, por los hijos... todo!!!
Los mejores deseos