Leyendo el siempre interesante y divertido blog "Me crecen los enanos" me ha llegado la inspiración…
Siempre he pensado que una madre es lo más grande y, aunque aún casi no me lo creo, ahora la madre soy yo.
Si tengo suerte, y lo hago medianamente bien, mi hijo sentirá por mí lo que yo siento por mi madre… no es sólo amor incondicional, es sentir en ella mi casa, son esos brazos entre los que siempre te encuentras bien, son las manos que curan mis heridas.
Cuando las madres luchan por sus hijos, las admiro hasta el extremo. Las madres que pelean por sus niños hacen que este mundo sea mejor, mientras existan las madres todos estaremos a salvo y seremos más felices.
Por favor, que nadie me desmonte mi teoría hablándome de las malas madres, que también las hay... pero el hecho no es ser o no ser madre (biológicamente hablando) el hecho es sentir como sienten las madres que luchan por sus hijos, para traer al mundo esas cosas buenas de las que hablo.
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