Mi trocito de carne
infecciosa,
mi pequeño
broncoespasmódico,
exantema súbito
pegado a un niño,
saquito de virus,
bacterias y gérmenes...
Así te quiero yo.
Por eso te quiero yo.
Yo te quiero, hijo
mío, de cualquier manera.
Una
historia clínica, también puede convertirse en un poema de amor.
Muy linda la entrada... las madres son únicas!
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