Apareció en nuestras vidas una noche de verano. Sus ojos pizpiretos miraban cada uno de los detalles de nuestro hogar. Ahora aquí, luego allá.
Una belleza brillante, de un verdoso plateado cual aceituna de Campo Real, viajaba entre nosotros, acariciando primero nuestras manos, luego nuestras caras, después nuestro pelo.
Al principio mi niño recelaba ¿qué era aquello que pululaba por casa? Pero cuando le explicamos que sería nuestra mascota el amor inundó su pequeño ser.
Ahora la vemos en todos sitios, en casa, en un restaurante, en el parque... nos sigue a cualquier lugar y en cuanto la vemos gritamos contentos: ¡¡¡Está aquí!!!
Ella es una amor, se llama mosqui y es nuestra mosca.
pero que loca eres... por un momento he pensado que os habíais comprado una rana!!! no te apures, en otoño se irá.
ResponderEliminarun besote,
Ana
Pero eso si, no le lleves a ningun sitio donde haya matamoscas a la vista porque le puede dar un yuyu al pobre crio.
ResponderEliminarUn supersaludo
Cualquier mascota es bienvenida! Pero igual un hamster es más cariñoso ;P
ResponderEliminarJajaja
ResponderEliminarQuerida, me ha gustado mucho esta entrada, me parece súper tierna.
ResponderEliminarEl caso es que he venido a tu blog pensando que no, pero ya te conocía; lo que pasa es que a veces soy algo tímida para comentar, aunque parezca mentira ;) Pero a partir de ahora, prometo prodigarme más.
Besos y más besos,
Lady Vaga.
Hola Lady Vaga, no te lo creerás, pero a mi me ha pasado lo mismo contigo, he reedescubierto tu blog y me declaro fan, fan... Gracias por tu comentario y a partir de ahora nos veremos más... seguro!!!
ResponderEliminarUn beso
Begoña
Ja, ja, ja.
ResponderEliminarAcabo de llegar y ya me has hecho reir.
mmmm no sé si quisiera a una mosca como mascota. ¡Son muy ruidosas!
ResponderEliminarJejeje acabo de pasar por tu blog y me has cautivado!!! De pequeña tambien tenia una mascota mosca, le encantaba mi cojin amarillo y se llamaba Sonia =)
ResponderEliminarUn beso!