martes, 20 de julio de 2010

Un mar con traducción simultanea…


Soy de mar y entiendo de mareas y de vientos. Llevo el yodo, la sal y los rizos de las olas en mi ADN, pero este fin de semana he disfrutado de unas playas en las que he necesitado traducción simultánea.

Son playas verdes, salvajes, cristalinas. Son playas que aparecen y desaparecen, en las que el aire corre fresco, donde los niños lucen bañadores a juego con sus gorritos y pequeños neoprenos para sus pequeñas tablas de surf. Las señoras pasean por sus grandes orillas peinadas de peluquería, con sus elegantes pareos… Las toallas son de rizos más mullidos y los señores, muy orondos, te ceden el paso con amables sonrisas.

Las playas de mi tierra son más bulliciosas, huelen a espetos de sardinas y a mar concentrado. Son luminosas, de arena negra, llenas de abuelas gordas, de señores muy delgados de un moreno plomizo y niños gritones y ‘coloraos’. Los vecinos de chambao compiten por el espacio y, hasta no hace tanto, su banda sonora eran las ollas express anunciando que el potaje estaba listo.


Los días de playa que yo recuerdo, son de sandía en la orilla, de calor espeso y de niños cogiendo coquinas. Son días de croquetas frías y de tortillas de papas, de helado por la tarde y de champú en la ducha… son de llegar reventao’ a casa, ardiente por el sol y con los labios quemados.

Hay otras playas y son diferentes pero yo, como dice niño, me quedo con la playa de la abu Lola, las playas de mi infancia y espero, que las playas de la infancia de mi niño, donde la arena quema y se toma el sol mirando al mar.

8 comentarios:

  1. Que lindo!
    Me hiciste viajar por un ratito. Acá es invierno y hace mucho frío. Que ganas de estar en la playa!

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  3. Me has recordado mis playas de la infancia, con ese olor de salitre y drema solar; las tardes por el paseo maritimo y el pelo y la piel quemados por el sol. Días maravillosos.... GRACIAS!

    Soy más de montaña que de playa, pero hoy me has emocionado... había olvidado la magia del sonido de las olas...

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  4. Hola Florencia y Leia,
    Muchas gracias por vuestros comentarios. Me alegro de que hayais recordado buenos momentos de la infancia... el post es un viaje a mis tardes de playa en Málaga, que echo de menos por aquí...

    Besos

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  5. Qué perfecta descripción, yo también soy de tus mismas playas.

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  6. que bonito Begoña!
    Yo he vivido 3 años en Bilbao y me encantaban sus preciosas playas...pero echaba de menos mi mediterraneo, es algo raro
    Aunque he de decir que cuando me ponía triste y quería salir corriendo de allí y volver a casa, solo me reconfortaba ir a la playa y aunue no fuera la misma...en todos lados huele y suena igual ;)

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  7. Yo también soy madre de un lugar de playa y no cambio mi mar, mi arena y mi saturación de sombrillas por ningún chiringuito de cinco estrellas con hamacas de oro. A mí lo que me gusta es el oro de los rayos del sol de mi tierra.

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  8. A mi también me encanta la playa. Es otra forma de entender la vida, es como vivir en otro mundo.

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